Maldita buena suerte la tuya…

Sabes que eres un privilegiado, ¿no? ¿Sabes que vas a tener en tus piernas el sufrimiento que muchos deseamos? Maldita buena suerte la tuya, amigo…

Cuando ya no cuentas la distancia hacia LA PRUEBA en meses, ni incluso en semanas, cuando ya cuentas lo que queda en horas, entonces es que realmente queda muy poco.

Abrígate, aunque la mañana sea calurosa, abrígate, porque solo el mirar hacia la torre mientras colocas tu bici da escalofríos. Deja la mirada ahí, en la torre, en el pueblo. No subas más, ya tendrás tiempo después… Ahora disfruta de esa estampa, la imagen más deseada por los titanes.

Fotografía/ Diego Escobedo

Resuenan los tambores, comienza tu ritual, prepara tu cuerpo pero adiestra a tu alma y a tu cabeza, porque solo ellas te harán llegar a la plaza. Las piernas te habrán abandonado mucho antes, quizá al coronar el inmenso El Boyar, quizá al exprimirte en las afiladas Palomitas, quizá al desgarrarte en los descensos hacía Algodonales, quizá cruzando la presa o quizá subiendo al pueblo, pero antes o después te habrán abandonado.

Disfruta de su soledad. ¿Drafting? No, esto no es el Ironman de Barcelona ni el de Mallorca, aquí viene gente pura, sin stravas que mostrar, sin ganas de fanfarronear con un tiempo en bicicleta, sin tontos ni legión de tontos que le toquen las palmas. Aquí, los que estaréis sois los más puros que puede haber en un triatlón, los que, por unas cosas u otras, os lo habéis ganado. Y si tenéis ese privilegio no mancharos de marcas, no ensuciaros con trampas, no ganarle a vuestro ego, y, por encima de todo, no manchéis el Titán. Sois los más puros, los demás no vienen a esta prueba.

Siente lo que no habrás sentido en ningún otro lugar, porque mezclar dolor con satisfacción solo lo puedes vivir allí. Satisfacción con mayúsculas, al coronar un puerto precioso y  curveado cuando solo hace dos minutos que estabas tumbado luchando contra las aguas del pantano. Siente esa sensación de no tener fuerza a los 10 minutos de comenzar el sector de la bici. ¿La recordáis los que ya habéis venido? Es impresionante. Los que debutáis, disfrutad ese momento, ningún Ironman, Ultraman, Extraultrahiperman os va a dar eso, esa sensación de no poder más al empezar y seguir es la que solo tienen los titanes. Maldita buena suerte amigo…

``Aquí, los que estaréis sois los más puros que puede haber en un triatlón, los que, por unas cosas u otras, os lo habéis ganado. Y si tenéis ese privilegio no mancharos de marcas, no ensuciaros con trampas, no ganarle a vuestro ego...``

Fotografía/ Diego Escobedo

Ahora sí. ¿Eres un titán? ¿Te has llenado la boca diciéndolo estos últimos meses? Demuéstralo, venga, demuéstralo ahora.

Baja rápido, no te relajes, no sé si la bajada es más dura que la subida, no pierdas ni un segundo que luego necesitarás en la carrera, pero baja feliz porque acabas de coronar el último pico de hoy y eso significa una cosa: vas a tener la oportunidad de sufrir durante 21 kilómetros.

Respira hondo al bajar, la carrera comienza, llénate de aroma a Zahara al pasar justo a su lado en el penúltimo giro del descenso porque, para volver a sentir que estás en el pueblo, te lo tendrás que ganar.

Ahora sí. ¿Eres un titán? ¿Te has llenado la boca diciéndolo estos últimos meses? Demuéstralo, venga, demuéstralo ahora. Dolores donde no sabes que puedes tenerlos, calambres en los calambres, pisadas al aire y musculatura castigada. Es tu momento titán, demuéstralo.

Párate, sí, párate y respeta. Estás cruzando por tierra santa, Algodonales y sus gentes te están animando. ¿Te lo mereces? Puede que sí, pero los verdaderos Titanes saben que no hay nada merecido hasta llegar a Zahara.

Párate, ni se te ocurra no chocar la mano a uno de los pequeños y pequeñas que te la ofrezcan, ni se te ocurra porque estás manchando a Titán. Titán son ellos, los voluntarios que te han dado su tiempo y sus energías, y Titán son esos pequeños a los que se les ilumina la cara al verte pasar.

/ Emilio José Zafra forma parte de la familia del Titán y es el autor de este texto.

Ya. La presa y el pueblo. Ya lo tienes, aprieta, no por ti sino por ella a la que le has robado tantas horas por ese capricho tuyo de hacer LA PRUEBA,  por ellos a los que les has quitado el desayuno de los  fines de semana para irte a forjarte. Aprieta por los que no vamos a poder estar en la salida, un verdadero Titán sabe que es un privilegio estar allí y los que faltan están más doloridos en la distancia que tú mismo.

Aprieta y mira la iglesia, aprieta porque seguro que desde arriba alguien está orgulloso de verte, Titán.

Cruza la meta, maldita buena suerte, amigo. Enhorabuena, disfruta de mi casa, cuídala, no me la manches que tengo que volver pronto.

Enhorabuena titanes.

Por Emilio José Zafra
Maldita buena suerte la tuya… | Titán Sierra de Cádiz